La vida de Vincenzo Iaquinta entró en desgracia al conocer la condena de dos años que deberá pagar en una cárcel por vínculo con la temible mafia italiana.

Según la investigación, el exdelantero participó en la comisión de negocios ilegales con el grupo mafioso, que operaba en el norte de Italia y cuyo operativo dejó 137 personas más capturadas.

Tras el juicio, se determinó que el exatacante de la Juventus le entregó ilegalmente dos armas a su padre, sobre quien pesaba, en el momento de la entrega, una prohibición de portar armas de fuego.

"Ridículas, vergonzosas", gritaron Iaquinta y su padre cuando leyeron las sentencias, al tiempo que negó vehementemente haber cometido delito alguno.

"Han arruinado mi vida simplemente porque vengo de Calabria", gritó cuando salía del edificio de la corte, informó la agencia de noticias Reuters. Calabria es una región en el sur de Italia.

La red que hoy tiene a Iaquinta tras las rejas se denomina como ‘Ndrangheta’, cuenta con unos 6.000 miembros y tiene su influencia en Calabria, considerada como una de las regiones más olvidadas y pobres de Italia.

Vincenzo Iaquinta fue uno de los 23 jugadores que se consagró campeón con la selección italiana en el Mundial de Fútbol del 2006, celebrado en Alemania. Allí marcó un gol ante Ghana. Igualmente desarrolló una importante carrera profesional, pasando por clubes como Udinese y Juventus, donde finalizó su trayectoria futbolística en 2013.